¿Qué sería de la vida sin pasión? ¿Qué triste refugio encontraría mi alma en este mundo si no soñara y si, por no soñar, renunciara a la pasión de sentirme enamorado?
¿Me arriesgo a la locura? Lo reconozco... Pero ¿no es mayor locura la ausencia de ilusión? Y yo diría que no hay algo más juicioso que ser yo mismo y dejarme llevar por mis sanas pasiones.
En primer lugar debo pedir disculpas a todas esas personas que leo y que no he podido seguir en estas últimas semanas, y un poco más especialmente a todos los que se preocupan por comentar. Espero poder estar más presente a partir de ahora.
En segundo lugar, anunciar que DEJO DE PUBLICAR en este blog, “TU ERES EL MAR EN EL QUE SE DESNUDA MI PASIÓN”. Las razones: que se cierra una etapa en la que he dado prioridad a un contenido muy concreto, y doy paso a una nueva en la que me quiero abrir a diferentes temáticas.
Pero NACE UN NUEVO BLOG que he titulado “FIJA TU RUMBO A UNA ESTRELLA”. Este título lo he recogido de una preciosa cita de LEONARDO DA VINCI que se puede leer completa en el primer post que he publicado y en la página principal del blog. Su temática es variada, pero voy a intentar segur una cierta inspiración que explico en esa primera entrada publicada. Inspiración que pretendo que de sentido y unidad al blog. Sin embargo, en estos 15 años con blogs, normalmente he preferido que sean temáticos, con el fin de hacer más cómoda su revisión a lectores también especializados. Veremos cómo resulta y, como siempre, iré realizando las adaptaciones pertinentes siguiendo un planteamiento dinámico.
Nuevamente mis disculpas por la ausencia, y mi gratitud por la amabilidad siempre recibida.
“No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo”
Antonio Gala (1930 - …)
De “Condena”
A un solo latido
de que se descomponga
mi corazón
tráeme agua limpia y fresca
para aclarar mi rostro
y mostrarme al mundo
tal como soy,
tal como siento,
tal como vivo...
Deja que el silencio
me acompañe,
siempre sincero,
siempre acogedor
siempre dispuesto a irse
en cuanto mis labios reclamen
de mi voz
el canto o la palabra.
Con el luto
pegado al paladar,
escarbando en mi memoria
y agitando mi corazón,
aprieto los dientes
y nublo los ojos
pensando en este adiós
que se quedará
eternamente dormido
en algún rincón perdido
del tiempo.
¡Qué gran verdad!
El amor nunca muere,
mas su soledad
marchita la vida…
Amada,
siempre, antes de perdonar
pido perdón,
y dejo que la sangre
destile el dolor
que de la herida mana.
P.S.: ¡Qué nadie se asuste por mí! Solo he querido hacer un retrato más del amor que no puede ser vivido.
“Y se agitó en ligeros y suaves remolinos
trepando dulce y ágil en torno a su figura,
cubriendo en un abrazo la flor de su cintura,
llevando su perfume por todos los caminos”
Francisco Álvarez (1935 – 2014)
De “El viento”
Tus abrazos
son la energía
que agita mis sentidos…
Y la razón oculta
de mis ansias
y desvaríos.
Y son tus abrazos
el fuego que caldea
mi alma
cuando la noche
se desnuda
bajo las estrellas.
No te abrazo, amor,
porque seas mía,
pues mi única pertenencia
es mi propia vida.
Te abrazo
para que me abraces,
y así, dulcemente atrapado,
me hagas tuyo…
Que estando a ti aferrado
soy plenamente libre
sin ser ave de paso.
“Esto es una entrega. Soy pequeño
y grande entre tus manos.
Ésta es mi salvación. Éste soy yo.
Este rumor del mundo es el amor”
Juan Antonio González Iglesias (1964 - …)
De “Esto es mi cuerpo…”
Deseé alguna vez que un poeta me amase
Ahora duelen sus poemas en mi cuerpo‚
algo de mí que en él se reconoce hasta quebrar la imagen
de todo lo que fui.
Ahora deseo que me amase tanto que dejara de amarme
y sus palabras fuesen nieve
que el sol de junio fundiese entre mis pechos‚
allí donde su aliento insiste en acallar
esta tristeza antigua que siempre me acompaña
Chantal Maillard (1951 – …)
Me amas
porque yo soy el retrato
de lo que en ti anhelas sentir…
porque estoy
al otro lado de ese río sin agua
que no te atreves a cruzar.
Chantal Maillard (Fuente: internet)
Y aunque aparentas
no vivir en mí,
ajena a la luz
que ilumina mi pecho,
algo en ti se muere
por volver a sentir mi llama
en tu piel y en tu alma.
¡Abre los ojos!
Todos tus demonios
no son más que los hijos
del miedo a vivir
en el regazo de tus sueños.
Y mis sueños…
Deja de herirte fingiendo
que todo está bien.
Toma ya impulso
y da el salto que nos separa.
Toma conciencia de tu vida
y suelta tu pelo en la noche
para seguir a la estrella
donde te espero.
No, mi amor…
No soy yo la sombra
que sacude tus pesadillas.
No soy el viento
que agita tu espíritu.
Soy el ángel
que vive para liberarte
de tu sombría cárcel.
Confía en mí…
No has nacido para sufrir…
¡No naciste para sufrir!
Regresa de esa noche irreal
en la que te refugias
y acude al abrigo de mis brazos
para descansar al fin
sobre mi pecho,
donde tus pesadillas
en humo se convertirán,
y donde tu rostro, al fin,
se llenará de esa tan ansiada,
paz.
No esperes a que el tiempo
se detenga
y te sumerjas en el hielo…
Toma mi mano
y rompe tus cadenas,
porque siempre me amarás
con la misma pasión
con la que me amas hoy.
Oh que día tan celestial, todas las nubes han desaparecido
No tengo problemas con nadie hoy
La sonrisa en tu rostro, yo vivo solo para apreciarla
Y es suficiente para mi cariño, es suficiente para mí
Oh que día tan celestial, que día tan celestial, que día tan celestial
Quizás mañana llueva, con mucha tristeza
Pero podemos tomar prestado este pequeño momento
Olvida todos tus problemas en este momento tan escaso
Todo lo que tenemos ahora, lo único que
Realmente debemos hacer
Es tener para nosotros un día celestial
Acuéstate aquí y observa a los arboles mecerse
No hay otra manera de verlos, no la hay, no la hay
Oh, que celestial día, que celestial día, que celestial día
No hay nadie sobre mis hombros causándome temor
Tampoco nubes sobre mí que me hagan llorar
No tengo nada que decirte, no tengo nada más que decir
Solo estoy muy contenta de estar aquí junto a ti
En este día tan celestial, tan celestial, tan celestial
Oh que celestial día, todos los problemas se han marchado
Aunque sea solo por un momento, aunque sea solo por un momento
Oh, qué día tan celestial, que día tan celestial, que día tan celestial
Tan adolescentes fuimos
en aquellos días
que no pudimos vivir
más allá de nuestros abrazos,
de nuestros besos,
de nuestra locura...
No fue la edad
la excusa para tanto desenfreno.
Ni faltó madurez
en nuestra alma adulta.
Fue la sangre y el verbo…
Fue nuestro lento despertar
a la exquisita sensibilidad
del alma que llevamos dentro.
Y fue ese mágico descubrimiento,
del amor cuando nos consumía
el silencio.
Nada podía acallar
la locura de este amor eterno,
ni la demencia de nuestras manos
cuando salían en busca
de nuestros cuerpos,
ni el delirio de nuestros labios
cuando ardíamos de pasión
devorándonos a besos.
Y ahora estamos aquí,
otra vez frente a frente…
Otra vez reos
de este amor
que se pretende imperecedero,
esperando al primer abrazo
para entregarnos sumisos
a este fuego
que en su efímero esplendor
acabará por devorarnos.
“Y he contemplado a los pájaros
resolver en el vuelo el misterio del aire”
Juan Carlos Mestre (1957 - …)
De “Lo que sé de mí”
Juguemos…
Como niños juguemos
al juego del azar.
¡Juguemos a soñar!
Dejemos las palabras
y sintamos lo que decimos
sin la necesidad de hablar.
24th and Haven - Beginning Light
En la mirada…
Solo en la mirada
llevamos tatuado
el verdadero significado
de lo que somos
y de lo que amamos.
Volar
es viajar por el tiempo
sin saber dónde iremos,
o dónde habremos de parar…
Y soñar
es convertir a la imaginación
en nuestra mejor aliada.
Ese “no ser”
que es el único sitio
de nuestro universo
donde podemos “ser”
auténticos y verdaderos.
Volar…
Porque deberíamos vivir,
en ese mágico lugar
donde libremente
podemos pensar y sentir,
sin miedo a vivir y amar.
Y lo que menos debería importar
es dónde queda la realidad.
“Tu soledad de nieve reclinada,
virginal y sencilla, en mi memoria,
como agua fiel de fatigada noria
viene a regar mi voz enamorada”
Dionisio Ridruejo (1912 – 1975)
De “Nostalgia del primer amor”
Te pregunté…
Sobre el mar
quise saber,
y me dijiste
que el mar eras tú.
Y sobre el viento
te cónsulté,
y me respondiste
que el viento
en tu regazo
busca su consuelo.
Una rosa lancé
al río de la vida,
con tu nombre en la flor
y el mío en su tallo de espinas.
Llegó por fin a la playa,
entreteniendo su trayecto
en la serenidad de sus aguas.
Allí la tomó el viento
y entre susurros y caricias,
como si nada,
se la llevó mar adentro
donde solo tú estabas.